Ingredientes
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- mantequilla
- aceite de oliva
- 250/300 gr de pechuga de pollo
- harina de trigo
- 1 huevo
- pan rallado
- leche
Preparación
Cocemos el pollo a la plancha con un chorrito de aceite y una pizca de sal hasta que este bien hecho (en lo posible dejarlo que quede bastante doradito), lo desmenuzamos un poco y lo picamos bien pequeño (yo utilicé una picadora pero puede hacerse a mano con un buen cuchillo, eso si, bien picadito)
Pelamos la cebolla y el diente de ajo, los troceamos y los picamos muy pequeños (como el pollo)
En una sartén ponemos a calentar una cucharada grande de mantequilla con un chorrito de aceite de oliva (evitará que la mantequilla se queme), cuando este derretida le agregamos la cebolla y el ajo picados, lo vamos cociendo a fuego medio mientras lo removemos todo con una cuchara de madera, hasta que la cebolla comience a estar dorada.
Una vez la cebolla esta dorada, con la ayuda de un colador (para tamizar) le incorporamos unas 4 ó 5 cucharadas soperas de harina
Continuamos mezclando constantemente con la cuchara de madera procurando que se mezcle bien la harina con la cebolla, la mezcla se ira secando y transformandose en una pasta "arenosa" (como pequeños grumitos), para ayudar a mezclar la aplastamos con el dorso de la cuchara y seguimos mezclando. Es importante que la harina quede bien cocida para que el sabor final no sea desagradable (sabor a harina o masa cruda) asi que procurar que se cocine bien la harina.
Cuando vemos que la mezcla esta bien cocida y el tamaño de los grumitos es uniforme incorporamos el pollo picado y repetimos el proceso que hicimos con la harina, mezclar constantemente hasta que la pasta este uniforme y bien distribuido.
Cuando la mezcla tenga una apariencia parecida a la de la última foto comenzamos a agregar los 250 ó 300 ml de leche que previamente hemos calentado (de tibia a caliente, pero sin que hierva), la vamos incorporando y mezclando cuidando que no se formen grumos, agregamos mas leche y mezclamos nuevamente, asi hasta incorporar toda la leche. Nos debera quedar una masa consistente pero de aspecto suave. Si vemos que no queda totalmente unida o queda de aspecto grumoso, le agregamos un poco mas de leche y continuamos mezclando con el fuego casi al mínimo hasta lograr la masa con la textura deseada.
Lista la masa, la ponemos ahora en un recipiente (bol, plato) y lo tapamos con film plástico, cuidando que el film quede en contacto con la superficie de la masa para que esta no se seque ni se oscurezca, lo dejamos enfriar un poco y lo llevamos a la nevera para que se enfrie.
Una vez se ha enfriado la masa, ponemos un huevo en un recipiente y lo batimos con una pizca de sal, ponemos en otros recipientes un poco de harina en uno y un poco de pan rallado en otro.
Con la ayuda de una cuchara sopera tomamos una porción de masa y la amasamos con las manos, hacemos primero una bola para que se una bien la masa y luego comenzamos a darle forma cilíndrica y aplastamos un poco las puntas con los dedos.
Una vez lograda la forma, la pasamos por la harina cuidando que quede bien impregnada y seguidamente la introducimos en el huevo batido y por último la rebozamos en el pan rallado y la dejamos lista para freir.
Para freir, les recomiendo una cacerola pequeña donde pondremos aceite hasta una altura de 2 ó 3 cm, calentamos bien el aceite (recomiendo aceite de oliva) y ponemos a freir las croquetas durante unos minutos, hasta que estan doraditas ya que solo queda por cocinarse la harina, el huevo y el pan rallado que hemos agregado al final. Recomiendo para freir, mantener en movimiento la cacerola para que las croquetas no queden depositadas quietas en el fondo de la misma, de esta forma evitamos que el lado que queda en el fondo se queme o se cocine mucho mas que el resto de la croqueta. Las retiramos, las dejamos escurrir un momento y a comerrr!!!!
Nota:
No os asusteis si alguna croqueta se revienta, en general, si acabamos de rebozarlas, las dejamos un momento para que tomen temperatura ambiente y las freimos, esto no pasará. Se suelen reventar cuando las rebozamos y las guardamos en la nevera o las congelamos para cocinarlas en otro momento.
Variantes:
Las variantes son numerosas, y siempre se haran reemplazando el pollo por la variante que escojamos. Estas variantes pueden ser: jamon salado (crudo), pescado (bacalao), carne (de vaca o de cerdo) y para los no carnívoros, podeis hacerlas por ejemplo de espinacas a las que les daremos un breve hervor, las escurrimos bien, las picamos (como con el pollo) y las incorporamos de la misma forma que indique con el pollo. La única salvedad para con la espinaca es que a la hora de agregar la leche, seguramente tendremos que incorporar menos cantidad porque conservan mas humedad.
Yo las he hecho de pollo, de jamon y de espinacas con un gran éxito, espero que disfruten comiendo y cocinando.
En el caso del pollo, la carne o el pescado podeis aprovechar lo que nos sobre de una comida anterior, aquellos trocitos de pollo al horno o asado que quedaron del domingo, o la carne o el pescado, lo unico importante es picarlo bien pequeño, quitar bien las espinas en el caso del pescado y asi aprovechamos los restos con los que a veces no sabemos que hacer.
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